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Blog

Libros necesarios y libros no tan necesarios. Ellen Duthie se pregunta si es más necesario hablar sobre la crueldad que sobre la imaginación, la realidad y los sueños

Ellen Duthie

Hace unos meses nuestra autora Ellen Duthie fue invitada a hablar en una de las cálidas, ricas y *necesarias* Tardes de Altamira organizadas por Ediciones Ekaré.

Ellen tituló su charla “En defensa de lo innecesario” y esbozó algunas ideas que le venían rondando la cabeza dede hacía un tiempo.

Las hemos querido compartir aquí, aunque sigan en forma de esbozo, porque pensamos que dan que pensar interesantemente. Se trata de una transcripción, no exacta y con ligeras variaciones de edición, de lo que dijo Ellen.


[…] Este espacio que habéis generado en las Tardes de Altamira es de verdad un lujo, porque justamente es el tipo de espacio donde una se siente que puede hablar de lo que quiera, incluso de cosas de las que no he hablado antes y meterme en berenjenales como tener que prepararme esto a toda prisa. Y es un lujo esa libertad, de no tener que hablar de esto o de aquello, de no estar hablando al servicio de nada, de no tener que asegurarse de incluir una cosa u otra… no te olvides de decir esto, no vayas a decir eso otro…  Se podría decir incluso que con las Tardes de Altamira habéis creado un espacio necesario.

Un espacio adonde se puede venir a hablar de lo que te guste, aunque no sea estrictamente necesario, y aunque de lo que se quiera hablar sea de lo innecesario.

Y quiero señalar, antes de arrancar, que es significativo que haya elegido la palabra “innecesario” en el título en lugar de “inútil”.

Sobre la utilidad de lo inútil hay mucho que leer. Pero de partida recomiendo este librito chiquito que seguro que más de uno conocéis y que te lleva a innumerables lugares dentro de la reflexión sobre lo inútil: La utilidad de lo inútil. Un manifiesto, de Nuccio Ordine.

Pero no solo lo recomiendo yo. En la página de Acantilado, recogen citas sobre el libro de otros autores y de reseñas:

“Un libro necesario…”, dice Roberto Saviano.

“Inteligente y necesario. Imprescindible…” dice Fulgencio Argüelles.

«Un libro oportuno, oportunísimo diría yo, incluso necesario.”, dice Manuel Arranz.

“Un texto combativo, necesario”, añade Emiliano Molina.

¿Quedó claro, no?

En su libro, Ordine advierte que la palabra “Utilidad” en su título “no es la misma en cuyo nombre se consideran inútiles los saberes humanísticos y, más en general, todos los saberes que no producen beneficios”, sino más bien se refiere a la utilidad de aquellos saberes cuyo valor esencial es del todo ajeno a cualquier finalidad utilitarista.

“En el universo del utilitarismo”, dice Ordine, “en efecto, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: porque es fácil hacerse cargo de la eficacia de un utensilio mientras que resulta cada vez más difícil entender para qué pueden servir la música, la literatura o el arte”.

Y habla del saber como fin en sí mismo: “Existen saberes que son fines por sí mismos y que – precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada, alejada de todo vínculo práctico y comercial – pueden ejercer un papel fundamental en el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad. En este contexto, dice, considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores.” A este punto volveré más adelante.

Pero quería aclarar que aunque hablaré también sobre lo inútil además de sobre lo innecesario, el foco de la charla no es la inutilidad de lo bello, ni la literatura como algo que no debe ser “para” nada excepto para sí misma, aunque no garantizo que no caiga un comentario sobre ello.

No es una charla sobre la mercantilización del saber, sobre la pragmatización de la educación a costa de las humanidades por el bien del futuro laboral de los estudiantes. No es exactamente eso, digo, y sin embargo, algo tiene que ver también.

[…] ponemos el foco en “lo necesario”, en términos de alimento moral, espiritual y en menor medida, mental.
Este “en menor medida” es importante. 

Aunque lo que me interesa sí guarda cierta relación con la vieja tensión entre lo útil y lo inútil, o con la idea que subyace al progresivo desfinanciamiento y desaparición de las humanidades en determinadas universidades y escuelas, no es la misma tensión. La tensión entre lo necesario y lo innecesario de la que yo quiero hablar esta tarde, creo que es de alguna manera el producto de un intento de realineación de prioridades, donde las personas biempensantes -entre las que me incluyo y me atrevo a incluir bastantes de los que estamos aquí- huimos de la idea de medir el valor de las cosas por su utilidad, en términos económicos o en términos de beneficio inmediato y cuantificable y en cambio ponemos el foco en “lo necesario”, en términos de alimento moral, espiritual y en menor medida, mental. Este “en menor medida” es importante. 

Lo que hace tiempo que vengo pensando es que ese foco en “lo necesario” puede ser problemático, tramposo quizás. Y eso es lo que voy a tratar de plantear aquí.

Y mi planteamiento es tentativo, como una reflexión, un tanto apresurada, en voz alta.

Mi planteamiento es el siguiente.

¿Quiénes de los que estamos aquí pensamos que la educación filosófica debería tener un mayor papel en la escuela en España?

¿Quiénes de los que estamos aquí abogaríamos por más y mejor arte en las escuelas, más y mejor música, más y mejor literatura -lectura y escritura-?

Es decir, en el sentido mercantil, estamos todos muy a favor de lo inútil.

Y lo que sugiero que ha pasado es que puede que no todos nosotros, pero sí muchos, tan a favor de lo inútil, hemos sustituido la idea de “útil” por la de “necesario”.

Un libro “necesario”. “Imprescindible” incluso.

Una película “necesaria”.

A menudo hay una determinada expresión en el rostro que acompaña ese “necesario”, o esa “necesaria”. Bajamos los parpados y los mantenemos un par de segundos más de lo estrictamente necesario para el parpadeo, al tiempo que pronunciamos la palabra: “Es una película [bajada de párpados y pausa] necesaria. ¿No?

Y en general cuando se dice “necesario”, se piensa que ese “necesario” está precisamente en las antípodas del “útil” que tanto nos espanta.

¡El saber no es esclavo de nada! Sobre todo no del capital.

Pero lo que quiero sugerir es que está bastante más cerca de lo “útil” e incluso del capital, de lo que quizás pueda parecer a primera vista.

Y de hecho voy a arrancar hablando de lo útil y lo inútil para luego hablar de lo necesario e innecesario y para que se comprenda mi elección de palabra y que no es el mismo debate, aunque a veces todos los caminos llevan a un sitio parecido.

En mi vida, yo he tenido una relación muy estrecha con lo inútil.

“Un fondo de información inútil” con su nieta.

(No hace falta que hablemos del gorrito, pero el libro es The School, de John Burningham del que escribí amorosa y necesariamente en Lo leemos así.

Mi abuela paterna se refería a sí misma como “a fund of useless information”. Un fondo de información inútil. Claro, lo decía bastante encantada consigo misma. Era de las pocas personas (creo que la única), que he conocido que “hablaba” Latín. Lo había aprendido e incorporado en su cerebro cual lengua viva, al ladito del francés, del malayo que aprendió porque destinaron a mi abuelo a Malasia unos años, y del nada desdeñable poquito de español que aprendió en sus viajes a España. Cuando yo la visitaba de adolescente, habiendo ya empezado a estudiar yo Latín en el instituto, a veces me la soltaba, esa conversación latina, a la hora del desayuno para ver cómo iba. Y efectivamente, aunque en ella no estuviera muerto, el Latín a la hora de desayunar servía mal de vehículo de comunicación. Me preguntaba que qué tal el huevo pasado por agua en latín ”ovum sapidum est?” o algo por el estilo, y yo le miraba, poniéndole ojitos de esfuerzo cognitivo inútil. Efectivamente, era un ejercicio bastante inútil pero me intrigaba y me fascinaba que pudiera charlar en Latín como si nada. En cierto sentido, me parecía inútil pero deseable. Inútil pero “cool”. Guay.

También retenía, coleccionaba creo, nombres, datos, fechas, poemas enteros en inglés y en otros idiomas que no eran el suyo. ¿Y todo ello para qué? Ella misma lo decía, y se reía. ¿Para qué? Y entonces me parecía divertido también.

Otro día, yo tendría unos 11 años, mis abuelos me preguntaron para qué creía yo que servían los abuelos. No los veía mucho y siempre había una extraña formalidad en la relación. Cuando hablaban con los nietos era más como someternos a una entrevista que como mantener una conversación. En esa ocasión, a mí la verdad es que los abuelos me parecían como la literatura; no me parecían el tipo de cosa, la categoría, que entrara en elementos que “sirven”; que eso lo reservaba yo para objetos como sartenes y sacacorchos. Y se lo dije. Pero enseguida me ayudaron: los abuelos sirven para enseñar a morir. Oh! Dije yo. Que… ¿bien? Debo decir que en aquel momento ninguno de los dos estaba remotamente cerca de la muerte. Y quizás esa fue mi primer contacto con una acepción de “utilidad” no utilitarista.

Aparte de mi abuela, tengo la suerte de haber nacido en un hogar donde todo el mundo se dedicaba a cosas irremediable y gozosamente inútiles como escribir.

Cuando llegó la hora de solicitar plaza en universidades, yo llevaba dos años contestando robóticamente que iba a estudiar Derecho (inicialmente, lo confieso, por influencia de una serie de televisión: La Ley de los Ángeles, pero posteriormente simplemente por comodidad: así tenía una respuesta preparada que no generaba mucha charla posterior: ah, muy bien y ya, perfecto para el nivel de tolerancia a comentarios de una adolescente). Cuando llegó la hora, mis padres se sentaron conmigo y me preguntaron muy seriamente: ¿pero a ti qué te interesa? La filosofía, dije sin dudar ni un momento. ¡Pues estudia eso! Me recomendaron con deliciosa y lógica sensatez o irresponsable insensatez, según se mire.

Para toparme con la reacción de pensar que aquello era una irresponsable insensatez tenía que salir fuera de casa y no siempre venía de los adultos. Si decir que ibas a estudiar filosofía provocaba más de un arqueo de cejas, decir que ibas a estudiar Filosofía mental (así se llamaba en aquel entonces la carrera de filosofía en Edimburgo, desembocaba en un pitorreo sin miramientos. Sobre todo muchos comentarios en la línea de "¿y eso qué salidas tiene?" "¿y eso para qué sirve?" Esto es algo a lo que en general estamos acostumbradas las personas que optamos por estudiar filosofía: la visión de que es algo absolutamente alejado del mundo real y cualquier cosa menos urgente o necesario.  ¡Con la de cosas que hay que hacer! La filosofía, como mucho, sería un capricho para cuando todo está hecho. Y como nunca está hecho todo, pues ahí se queda y se va alejando poco a poco, desapareciendo del currículo educativo y de la vida pública para hacer sitio a lo útil, pero también a lo "absolutamente necesario e imprescindible".

Con estos antecedentes, lo normal sería que cuando en Wonder Ponder leemos descripciones de nuestros libros que incluyen las palabras "necesario" o "imprescindible", nos sintiéramos principalmente halagadas y vindicadas. Y aunque en cierto sentido efectivamente resulte halagador, en otros sentidos nos incomoda y nos deja insatisfechas. Trataré de explicar por qué.

Y aunque en cierto sentido efectivamente resulte halagador [que describan nuestros libros como “necesario” o “imprescindibles”],
en otros sentidos nos incomoda y nos deja insatisfechas. 

Hasta la fecha, hemos publicado cuatro títulos en la serie de Filosofía visual para niños y no tan niños de Wonder Ponder. Mundo cruel es una invitación a reflexionar sobre la crueldad, Yo, persona es una invitación a pensar sobre la identidad: quién somos y qué somos. Lo que tú quieras es una invitación a reflexionar sobre la libertad. Y Pellízcame, es una invitación a pensar sobre la realidad, la imaginación y los sueños. Las autoras de todos somos yo y la ilustradora Daniela Martagón.

Dos de ellos (Mundo cruel y Lo que tú quieras) invitan principalmente a reflexionar sobre cuestiones pertenecientes a las ramas filosóficas de la ética y otros dos (Yo, persona y ¡Pellízcame!) entrarían más en la rama de la metafísica, aunque en los cuatro casos haya ramificaciones de interconexión entre disciplinas, como suele ser el caso.

La idea es invitar a lectores de todas las edades a participar en una indagación en cada tema a partir de escenas pensadas y concebidas para provocar asombro, juicio, dudas y preguntas. Invitar a pensar.

 ¿Un proyecto necesario? Así en general, parecería que entraría en esa categoría. Un proyecto muy necesario.

 Pero aunque cuando en los medios y en los blogs se refieren al proyecto entero, a menudo salen las palabras “necesario” o “imprescindible”, si nos fijamos en cuáles de los libros concretos se suelen describir con estos adjetivos, encontramos un patrón curioso.

 ¿Cuáles de los cuatro títulos creéis que reciben mucho más habitualmente el adjetivo “necesario”?

 ¿CRUELDAD?

¿IDENTIDAD O PERSONAS O ROBOTS?

¿LIBERTAD?

¿O REALIDAD, IMAGINACION Y SUEÑOS?

 Con una diferencia considerable, Mundo cruel es el que con mayor frecuencia se describe como “necesario”, seguido de Lo que tú quieras. Los dos más éticos, en el caso de Lo que tú quieras algo de “político” también, se consideran “necesarios”. Los dos más metafísicos, como que un poquito menos.

Llevo un tiempo coleccionando instancias de descripciones de libros como “necesarios” y hay un índice apabullantemente alto de libros sobre la guerra, sobre refugiados, sobre género, sobre temas difíciles. Otros libros de otras temáticas reciben otros adjetivos. “Interesante”, “novedoso”…. Pero no necesariamente necesario. Entonces, si nos tomáramos al pie de la letra ese “necesario” y corriéramos a leérnoslos todos, nos pasaríamos el día leyendo sobre un número bastante reducido de temas. ¿Es posible que resulte limitador, sin pretenderlo, el adjetivo “necesario”?

 En el caso de Wonder Ponder, es probable que la explicación tenga varios otros factores. Por un lado, existe una relativa aceptación de la idea de ética para niños (quizás acompañada, aunque en mucho menor grado por la aceptación de la idea de la filosofía política para niños) y una más difícil aceptación de las ramas de la filosofía consideradas más elevadamente teóricas, como la epistemología, la metafísica o la lógica, pero también de la estética, considerada desde fuera más "difícil" o "abstracta". Y ¿por tanto? menos apta para niños.

Pero también hay un elemento de jerarquización de lo que nos parece más importante para el mundo y más importante compartir con niños que a mí me parece preocupante y que creo que empieza a retornar por el camino de lo útil frente a lo inútil.

Estoy convencida de que hay cierto sentido en que la razón de que Yo, persona y Pellízcame no sean descritos con tanta frecuencia como necesarios es porque la ética se considera más relevante, o más importante, que la metafísica.

Claro, no es nueva esta tensión entre filosofía pura y filosofía aplicada, la encontramos en Platón y Aristóteles la trata de resolver, apelando al valor intrínseco del saber. Lejos de ser nueva, realmente es otra formulación de lo útil / inútil, y esto es lo que me preocupa.

Wonder Ponder no es una editorial de ética visual para niños, sino de filosofía visual para niños (niños y niñas, sí). Pero aunque cuando se habla de filosofía, se nos llena la boca de “necesario”, a la hora de concretar qué filosofía nos parece más necesaria, parece que algunos lo tienen claro.

Y me parece preocupante porque si nos limitamos a dar a los niños lo que percibimos como “necesario” o “imprescindible”, excluimos el gozo por la literatura y el gozo por la filosofía. El placer de pensar. Se excluye, por ejemplo, el aspecto de juego que tienen algunos temas metafísicos. Es la tiranía de "lo necesario" o de "lo imprescindible". 

¿No tendrán derecho los niños a disfrutar de cosas totalmente prescindibles, aprender a distinguirlas de las imprescindibles por sí mismos, y aprender que si reducimos la vida a lo necesario e imprescindible, puede quitarle bastante alegría al asunto?

Esa sustitución de lo suciamente útil por lo elevadamente necesario no se sucede con facilidad. Y es fácil que ocurran estas cosas.

La ética para niños, por ejemplo, es más o menos integrable en el movimiento de la educación emocional o de la educación en valores (que prácticamente se han reducido la una a la otra -esto daría para otra conferencia-). Dicho de otro modo, desde ese movimiento, se ve la ética para niños como un amigo de la causa, como parte de lo "necesario" e "imprescindible" que debemos dar a nuestros niños en su educación.

Esa sustitución de lo suciamente útil por lo elevadamente necesario no se sucede con facilidad.

La moda de la educación emocional y de la inteligencia emocional, que en un principio surgió a partir de una constatación certera de que en la escuela el aspecto del desarrollo emocional y social de los niños estaba enteramente supeditado al desarrollo académico, medible y convertible  en fichas-píldora tras el cual todos los agentes podían  sacudirse las manos -hemos cumplido-, se ha convertido ahora, habiendo sido engullido por el mismo sistema que lo ignoraba y vertido en una tras otra serie de fichas o fórmulas más, en el principal enemigo de la diversidad y creatividad en los contenidos y materiales educativos, y en los libros -la literatura- que se ofrecen a los niños.  

Las emociones han sido secuestradas e incorporadas a un sistema que las considera necesarias y que las ha convertido en un mercado boyante. Ahí está de nuevo el capital.

Y en ese proceso es donde se ve envuelto nuestro Mundo cruel, pobrecito, tan necesario e imprescindible. Porque, se entiende, que es muy importante hablar de ética con los niños, como parte de su educación emocional. 

En esa sustitución de lo útil por lo necesario, enseguida el mercado lo fagocita y lo convierte en único. Toma esto y un poquito más de esto. Uno de los peligros de ir solo a por lo necesario.

 ¿Será “necesario” el nuevo “útil”?

Hagamos por que no lo sea.
Primero, no usemos el adjetivo en vano.

O reduzcamos su uso de forma que lo alejemos de lo útil, de lo santurrón y de lo susceptible de ser secuestrado comercialmente. ¿Quizás baste con recurrir a una variedad más amplia de adjetivos?

Se aceptan sugerencias. Gracias.

CONCURSO: Una escuela para jugar

Ellen Duthie

¿Y tu escuela? ¿Da juego o no da juego?

Desde Wonder Ponder nos hace especial ilusión participar en este fantástico concurso organizado por Kamchatka-Educa, una división de Kamchatka Magic Toys creada para impulsar la pedagogía del juego a través de talleres y encuentros con familias y escuelas.

Se invita a colegios de segundo ciclo de educación infantil de la Comunidad de Madrid a participar en este concurso organizado en colaboración con pequeños proyectos editoriales y de fabricantes de juegos con claro compromiso ecológico y didáctico, con un gran premio en forma de juegos, libros y un taller especialista sobre la pedagogía del juego, todo ello valorado en casi 1.000€.

  • ¿Quién puede participar? Cualquier escuela infantil de Madrid (dentro del radio de la M50 por razones logísticas de desplazamiento) puede participar.

  • ¿Cómo se participa? postular una escuela es muy sencillo, sólo necesitan hacer un vídeo de no más de 1 minuto y en el formato que deseen, contando por qué la suya es una escuela para jugar y contando cómo imaginan emplear el material entregado en la dinámica escolar. Todos los formatos serán bienvenidos, slowmotion, animación, monólogos, presentaciones en vídeo con la única limitación de que su duración no exceda el minuto. El vídeo deberán publicarlo en una cuenta de Instagram y/o Facebook etiquetándonos para poder compartirlo en nuestras RRSS.

  • Como otra singularidad, se ofrece la posibilidad de que cualquier miembro de la comunidad educativa pueda ayudar y participar (madres, padres, abuelxs, docentes, alumnxs y personal administrativo) postulando su centro, promoviendo el sentido de pertenencia y el compromiso de quienes conforman a fin de cuentas, una escuela: personal docente y administrativo, familias y alumnos. El premio se otorgará a la escuela y no a título personal, de modo que todos y todas trabajarán y ganarán para su colegio.

  • No es sorteo creemos que el trabajo y la creatividad son méritos y por ello se valorará especialmente la originalidad de las ideas propuestas para el uso del material y la originalidad del formato del vídeo elegido. La selección la realizará el equipo de Kamchatka-Educa junto a las creadoras de Wonder Ponder.

  • ¿En qué consiste el premio? El premio constará de un lote de libros con títulos cuidadosamente seleccionados, un lote de juegos para uso en aula y un taller impartido en la escuela sobre el valor del juego en el desarrollo de los y las niñas entre 0 a 6 años que bien puede ser dirigido a familias o al personal docente según acordemos con el centro ganador.

  • El plazo de presentación es hasta el 18 de octubre de 2019.

Se pueden ver las bases detalladas en el IG de Kamchatka (@kamchatkatoys) o en su facebook  (pinchando en los enlaces le llevará a la información).

¡Lanzamiento de escuela online Wonder Ponder Academy!

Ellen Duthie

¿Oíste ya el notición?

A principios de 2020 lanzaremos la escuela online Wonder Ponder Academy con un curso introductorio para arrancar, al que se irán añadiendo otros cursos relacionados con la filosofía visual para niños específicamente, pero también cursos dedicados a jugosos temas relacionados con la filosofía, la literatura, el arte y la infancia, por separado o bien mezclado.

Este proyecto de escuela online es un desarrollo natural del trabajo que venimos realizando desde hace ya casi cinco años en Wonder Ponder y FLAI, además de una respuesta a las insistentes muestras de interés recibidas de distintos puntos del mundo hispanohablante en los últimos años. Asimismo será una oportunidad para ofrecer cursos especializados, sin miedo a lo muy-muy nicho, aprovechando las investigaciones que realizamos dentro y fuera de Wonder Ponder todas las integrantes del equipo y algunas profesoras y profesores invitados afines.

En el campo de la filosofía, estamos trabajando en el desarrollo de cursos sobre el uso de la pregunta y el diálogo en el aula, sobre la imagen como provocadora de preguntas, sobre la literatura como trampolín para el diálogo filosófico, o sobre maneras de convertir un aburrido libro de texto en un campo de generación de preguntas e indagaciones ricas. En el campo de la literatura infantil, estamos desarrollando cursos especializados de lectura y análisis de determinados autores y autoras de literatura infantil (arrancando con Sendak, Steig, Lobel o Nöstlinger), un curso centrado en la lectura compartida en voz alta, otro sobre historia de la edición de literatura infantil. Asimismo, quisiéramos ofrecer cursos de exploración basados en las ediciones de FLAI (¿Qué quiere y qué puede la literatura infantil? y ¿De la inocencia a la experiencia?).

Iremos poco a poco, claro, pero estamos muy ilusionadas con este nuevo proyecto que es una extensión natural de todo lo que hacemos presencialmente.

¿Te interesa estar al tanto? Suscríbete a esta lista de correo y te informaremos puntualmente sobre los avances y la apertura de inscripciones:

Wonder Ponder 2019-2020 ON FIRE: ¡nueva colección! ¡nueva caja! y ¡lanzamiento de escuela online!

Ellen Duthie

Queridas criaturas amigas de Wonder Ponder:

Es difícil abandonar la tendencia de dividir los años en cursos escolares que arrancan después del verano, aunque el calendario natural nos diga otra cosa.

Por eso en Wonder Ponder solemos invertir el verano en descansar un poquito, claro, pero también en planificar el próximo curso y pensar en los próximos años.

En este post queremos compartir en qué estamos trabajando ahora mismo y qué planes tenemos para la próxima etapa. Vamos al grano.

  1. Arrancamos con una gran novedad. Este otoño (2019) lanzaremos el primer título de una nueva colección, cuyo nombre no podemos desvelar aún, pero si que podemos adelantar que se trata de una colección de libros que contendrán exploraciones explosivas a partir de un concepto o de una palabra. ¿Que de qué irá el primero? Será una exploración explosiva sobre el concepto de hogar, y nos permitirá invitar a lectores de 8 años en adelante, personas adultas incuidas (siempre, siempre) a explorar la idea de hogar desde múltiples perspectivas y tocar temas como las distintas maneras de sentirse en casa, los requisitos mínimos para un hogar, la migración, la libertad de movimiento, las mudanzas, el arraigo y el desarraigo, el turismo, el medioambiente, la idea de “volver a casa” en la literatura, el cuerpo como hogar, las fronteras, la pertenencia, las conquistas, las invasiones, las acogidas, las recepciones, la lengua como hogar, la asimilación cultural, la okupación, las tiendas de campaña (de guerra, de juego, de camping), las casas del pasado, las casas del futuro, la vida sin hogar, la vida con muchos hogares, y muchísimas, pero muchísimas cosas más. ¡No os imagináis las ganas que tenemos de enseñároslo!

2. ¿Y para cuándo la próxima caja de Filosofía visual para niños?

Ya estamos trabajando en ella y está prevista para primavera de 2020. De momento, tampoco queremos desvelar el título pero sí el tema en términos amplios: ¡filosofía política! Sí, sí. ¿Qué mejor momento que el actual para explorar a fondo las características ideales que tendría una persona a cargo del gobierno? ¿Y qué características tendría el ciudadano, la ciudadana ideal? ¿Cómo sería una educación que generara buenos ciudadanos? ¿Qué diferencia hay entre un buen ser humano y un buen ciudadano o una buena ciudadana? ¿Deberían poder votar las personas menores de edad? ¿Por qué? ¿Hay personas que no deberían poder votar? Por ejemplo, ¿deberían tener derecho a decidir el futuro de un país los ciudadanos mayores que no estarán para disfrutarlo ni para sufrirlo? ¿Hay opiniones más valiosas que otras? ¿Cuál es la mejor forma de gobierno? ¿La democracia? ¿Y si la mayoría se equivoca? ¡Ay ay ay!

Y una última noticia, que es también un ¡notición!

3. A principios de 2020 lanzaremos la escuela online de Wonder Ponder con un curso introductorio para arrancar, al que se irán añadiendo otros cursos relacionados con la filosofía visual para niños específicamente, pero también cursos dedicados a diversos temas relacionados con la filosofía, la literatura, el arte y la infancia. Tan pronto como tengamos más información, lo anunciaremos, pero aquellos que queráis aseguraros de que no os perdéis la oportunidad de estrenarlo, si no lo habéis hecho ya, os recomendamos que os suscribáis a nuestra lista de correo para recibir información específica sobre la escuela online y los cursos que ofreceremos en cuantito la tengamos lista:

La cotidianeidad como juego

Ellen Duthie

Compartimos esta estupenda reseña de Clara Berenguer, que apareció esta semana en Valencia Plaza.. La hemos traducido para disrfrute de todos, aunque podéis ver la reseña original aquí.

Niña, gato, agua, pato. La cotidianeidad como juego.

Wonder Ponder sigue sorprendiendo a los lectores más pequeños con la presentación de una colección con contenidos originales e innovadores y la estética que los caracteriza

23/07/2019 -

VALENCIA. Ellen Duthie, Raquel Martínez y Daniela Martagón crearon en 2014 una editorial insólita tanto por sus propuestas como por su funcionamiento como laboratorio de ideas experimentales. Ahora, después de la buena acogida de las cajas de filosofía visual para niños para acercarlos a alguna de las preguntas que plantea esta ciencia del pensamiento de una manera divertida, nos sorprenden con una iniciativa nueva pero en total consonancia con el fondo de su catálogo: Wonder Ponder Mini. Se trata de una colección pensada especialmente para los más pequeños, editada en formato reducido y cartoné, que se inicia con la presentación de dos títulos que se centran en una serie de escenas cotidianas protagonizadas solo por cuatro personajes o elementos . Sin embargo, cualquier adulto con ganas de pasarlo bien y sin prejuicios, está también invitado.

 Es sin duda la conjunción de la capacidad creativa del tándem artístico formado por Ellen Duthie y Daniela Martagón la responsable de unos productos literarios y lúdicos francamente subversivos. Niña, gato, agua, pato (Wonder Ponder 2019), donde coinciden de nuevo en la autoría, es un álbum donde se mezclan de forma aleatoria e ingeniosa unos protagonistas que terminan por desencadenar acciones inesperadas y, sobre todo, cargadas de humor. Una obra que, como era de esperar, huye de cualquier convencionalismo editorial e invita a la observación a partir de un reto de agudeza visual y del juego con las palabras, estimulando la reflexión y la perspicacia del lector, transformando situaciones rutinarias en momentos extraordinarios.

Llega la hora del baño y una niña, un gato, un pato y mucha agua aparecen en escena. Se imaginan cuántas cosas diferentes pueden pasar? Esta es la premisa con la que comienza una historia disparatada donde los únicos cuatro componentes del título son enumerados uno tras otro en la página de texto de la izquierda, mientras que la ilustración de la derecha los representa en lugares sucesivamente intercambiados. Por consiguiente, el libro pide fijarse atentamente en la imagen para entender todas las situaciones de baño que se exponen; unas posibilidades, por otra parte, bien absurdas y delirantes. La clave se encuentra, por tanto, en la exploración de los cambios en la imagen, enmarcada en un cuadrado y con una equilibrada sencillez compositiva.

Paral·lelament, el text, amb una certa inspiració en el joc de les cadires musicals, avança mitjançant tota una sèrie de recursos lingüístics que enriqueixen la lectura en veu alta i la interpretació, com ara l’embarbussament de les paraules i l'al·lusió, en ocasions, dels quatre elements amb l’onomatopeia que els correspon: «Hihihi, hahaha», «qüec-qüec», «meu» i «xof». Altrament, la paraula «CANVI!!» al final de cada escena, esdevé l’exclamació oportuna que impulsa a passar la pàgina sense pausa ni espera fins que el mot «APLAUDIMENTS!» marca l’acabament de la història amb els quatre elements que se situen de front i saluden descaradament el lector tot trencant els límits de la superfície de la imatge. 

L’agosarament editorial a l’hora de publicar un àlbum que s’allunya de moltes de les tendències més comercials s’enfronta, però, a un inconvenient lingüístic del qual ens alerta en la seua crítica Teresa Colomer. Amb una traducció de Bel Olid, qui també ha col·laborat en la resta de projectes de Wonder Ponder, cal assenyalar que aquesta versió no és sonorament tan encertada ni presenta una rima tan exacta com «niña, gato, agua, pato». Cal reconéixer que aquest és veritablement un repte difícil d’aconseguir però, tot i això, s’han d’aplaudir sempre les publicacions infantils tan trencadores com aquesta que presenten una estètica acurada i un gust pels detalls exquisit, com ara el llom, que, he de confessar, em té fascinada.

Paralelamente, el texto, con cierta inspiración en el juego de las sillas musicales, avanza mediante toda una serie de recursos lingüísticos que enriquecen la lectura en voz alta y la interpretación, como el trabalenguas de las palabras y la alusión, en ocasiones, de los cuatro elementos con la onomatopeya que les corresponde: «jijiji, jajaja», «cuac-cuac, «miau» y «splash». Por otra parte, la palabra «¡CAMBIO !!» al final de cada escena, se convierte en la exclamación oportuna que impulsa a pasar la página hasta que la palabra «APLAUSOS!» marca la finalización de la historia con los cuatro elementos de frente, que saludan descaradamente el lector rompiendo las fronteras de la imagen.


[…] Se deben aplaudir siempre las publicaciones infantiles tan rompedoras como ésta que presentan una estética cuidada y un gusto por los detalles exquisito, como el lomo, que , debo confesar, me tiene fascinada.

Ver reseña original aquí.

Compartimos esta estupenda reseña de Clara Berenguer, que apareció esta semana en Valencia Plaza.. La hemos traducido para disrfrute de todos, aunque podéis ver la reseña original aquí.

Niña, gato, agua, pato. La cotidianeidad como juego.

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23/07/2019 -

VALENCIA. Ellen Duthie, Raquel Martínez y Daniela Martagón crearon en 2014 una editorial insólita tanto por sus propuestas como por su funcionamiento como laboratorio de ideas experimentales. Ahora, después de la buena acogida de las cajas de filosofía visual para niños para acercarlos a alguna de las preguntas que plantea esta ciencia del pensamiento de una manera divertida, nos sorprenden con una iniciativa nueva pero en total consonancia con el fondo de su catálogo: Wonder Ponder Mini. Se trata de una colección pensada especialmente para los más pequeños, editada en formato reducido y cartoné, que se inicia con la presentación de dos títulos que se centran en una serie de escenas cotidianas protagonizadas solo por cuatro personajes o elementos . Sin embargo, cualquier adulto con ganas de pasarlo bien y sin prejuicios, está también invitado.

 Es sin duda la conjunción de la capacidad creativa del tándem artístico formado por Ellen Duthie y Daniela Martagón la responsable de unos productos literarios y lúdicos francamente subversivos. Niña, gato, agua, pato (Wonder Ponder 2019), donde coinciden de nuevo en la autoría, es un álbum donde se mezclan de forma aleatoria e ingeniosa unos protagonistas que terminan por desencadenar acciones inesperadas y, sobre todo, cargadas de humor. Una obra que, como era de esperar, huye de cualquier convencionalismo editorial e invita a la observación a partir de un reto de agudeza visual y del juego con las palabras, estimulando la reflexión y la perspicacia del lector, transformando situaciones rutinarias en momentos extraordinarios.

Llega la hora del baño y una niña, un gato, un pato y mucha agua aparecen en escena. Se imaginan cuántas cosas diferentes pueden pasar? Esta es la premisa con la que comienza una historia disparatada donde los únicos cuatro componentes del título son enumerados uno tras otro en la página de texto de la izquierda, mientras que la ilustración de la derecha los representa en lugares sucesivamente intercambiados. Por consiguiente, el libro pide fijarse atentamente en la imagen para entender todas las situaciones de baño que se exponen; unas posibilidades, por otra parte, bien absurdas y delirantes. La clave se encuentra, por tanto, en la exploración de los cambios en la imagen, enmarcada en un cuadrado y con una equilibrada sencillez compositiva.

Paral·lelament, el text, amb una certa inspiració en el joc de les cadires musicals, avança mitjançant tota una sèrie de recursos lingüístics que enriqueixen la lectura en veu alta i la interpretació, com ara l’embarbussament de les paraules i l'al·lusió, en ocasions, dels quatre elements amb l’onomatopeia que els correspon: «Hihihi, hahaha», «qüec-qüec», «meu» i «xof». Altrament, la paraula «CANVI!!» al final de cada escena, esdevé l’exclamació oportuna que impulsa a passar la pàgina sense pausa ni espera fins que el mot «APLAUDIMENTS!» marca l’acabament de la història amb els quatre elements que se situen de front i saluden descaradament el lector tot trencant els límits de la superfície de la imatge. 

L’agosarament editorial a l’hora de publicar un àlbum que s’allunya de moltes de les tendències més comercials s’enfronta, però, a un inconvenient lingüístic del qual ens alerta en la seua crítica Teresa Colomer. Amb una traducció de Bel Olid, qui també ha col·laborat en la resta de projectes de Wonder Ponder, cal assenyalar que aquesta versió no és sonorament tan encertada ni presenta una rima tan exacta com «niña, gato, agua, pato». Cal reconéixer que aquest és veritablement un repte difícil d’aconseguir però, tot i això, s’han d’aplaudir sempre les publicacions infantils tan trencadores com aquesta que presenten una estètica acurada i un gust pels detalls exquisit, com ara el llom, que, he de confessar, em té fascinada.

Paralelamente, el texto, con cierta inspiración en el juego de las sillas musicales, avanza mediante toda una serie de recursos lingüísticos que enriquecen la lectura en voz alta y la interpretación, como el trabalenguas de las palabras y la alusión, en ocasiones, de los cuatro elementos con la onomatopeya que les corresponde: «jijiji, jajaja», «cuac-cuac, «miau» y «splash». Por otra parte, la palabra «¡CAMBIO !!» al final de cada escena, se convierte en la exclamación oportuna que impulsa a pasar la página hasta que la palabra «APLAUSOS!» marca la finalización de la historia con los cuatro elementos de frente, que saludan descaradamente el lector rompiendo las fronteras de la imagen.


[…] Se deben aplaudir siempre las publicaciones infantiles tan rompedoras como ésta que presentan una estética cuidada y un gusto por los detalles exquisito, como el lomo, que , debo confesar, me tiene fascinada.

Ver reseña original aquí.

Echa un vistazo más de cerca a Niña gato agua pato en este vídeo de un amigo lector de tres años leyéndolo:

Niño huevo perro hueso y Niña gato agua pato van dando que hablar, (y que escribir y que fotografiar)

Ellen Duthie

El Heraldo de Aragón. 23.05.2019
Julia Millán

Bajo la aparente sencillez de sus cuatro elementos activan el desarrollo inteligente de la percepción y sobre todo poseen un enorme componente lúdico para compartir entre primeros lectores y adultos.


El Cuentahilos, con Samuel Alonso Omeñaca
M21 Radio
22.05.2019


Donde viven los monstruos LIJ
Román Belmonte

Niña gato agua pato y Niño huevo perro hueso, incluidos en la selección de boardbooks 2018-2019

Ellen Duthie y Daniela Martagón. Niño huevo perro hueso / Niña gato agua pato. Wonder Ponder. (***) Los dos primeros títulos (o eso espero, que no acabe aquí) de la serie de boardbooks de Wonder Ponder, ese proyecto de filosofía para niños del que hemos hablado en varias ocasiones, nos aproxima a un universo surrealista pero con mucha chicha que parte de dos situaciones bien cotidianas. Llenos de humor, cada doble página divierte y pregunta a partes iguales. ¿Qué pasa ahí? Cada cuál que busque sus respuestas, es en lo que consiste la lectura.


¡Hemos detectado cierto gusto por componer bodegones con estos dos libritos! Este fue el primero.

El Petit Tresor
Librería, Vic.

Wonder Ponder mini nos ha fascinado. Los definen como “libros para pararse a mirar”. Si, eso y todo lo demás: invitar al niño, através de estructuras linguísticas juguetonas y un conjunto de elementos visuales en movimiento, a ver e imaginar situaciones de la vida cotidiana que pueden llegar a ser extraordinarias, que se transforman y que provocan una reacción inmediata.


Punto e coma
Librería en Ourense.

Recién llegado el nuevo proyecto de Wonder Ponder.
“Niña gato agua pato” y “Niño huevo perro hueso”, dos libros dirigidos a niños de hasta 5 años (aunque a nosotros también nos gusta). son un renovado ejercicio de estilo para peques digno del mismísimo Queneau. Divertido, sencillo y bonito a partes iguales. ¡Bravo!
#puntoecoma #libro #libros #ourense #carballo #galicia


Retahilo.
Caja-cesta para la llegada de un bebé.


¡Otra composición bodegonesca!

Carolina Lesa Brown.

Lo de “mini” es muy relativo.


¿Qué están leyendo las chicas en segundo plano?

¡Y más! ¡Y más!

¡Gracias a todos por el entusiasmo! ¡Estamos muy contentas!

Por último, para los que os perdisteis la fiesta de presentación, aquí un videíto de resumen:

Wonder Ponder mini, en la radio

Ellen Duthie

Ayer Ellen Duthie y Raquel Martínez estuvieron en la radio, en El Cuentahílos (M21 Radio), con Samuel Alonso Omeñaca, charlando sobre el lanzamiento de la nueva colección de Wonder Ponder para primera infancia: Wonder Ponder mini.

Disfruten de la entrevista aqui:

¡Te queremos, LO QUE TÚ QUIERAS!

Ellen Duthie

Como hemos mencionado ya un par de veces recientemente, por ejemplo aquí y aquí, estos días estamos tan emocionadas con la nueva colección de libros para primera infancia que a veces se nos olvidan otras cosas importantes que están pasando estos días.

¡Te reimprimimos por cuarta vez, querido LO QUE TÚ QUIERAS (¡cuarta)!

Entre las ediciones en castellano, en inglés y en catalán publicadas en España. la argentina en ediciones Iamiqué (gracias a nuestra querida agente, Claudia Bernaldo de Quirós) ya van unos pocos de miles ejemplares vendidos.

Nos diste además una gran alegría con tu Premio del Banco del Libro, cuando fuiste seleccionado como uno de “Los Mejores del 2018” y apareciste en muchas selecciones de “los mejores de” de España y Latinoamérica.

Hoy queremos celebrar tus cuatro ediciones como te mereces, compartiendo algunos de los artículos y reseñas que hablan de ti y que más nos han gustado, como esta en Librojuegos o esta otra de Carola Martínez en Donde viven los libros o esta, de Marta Larragueta en Literatil.

Caja y tarjetas de Lo que tú quieras, de Ellen Duthie y Daniela Martagón

Eres un caso particularmente bonito, porque parte de tus inicios se encuentran en una exposición preparada para unos talleres con niños y niñas desde los 5 a los 12 años en la Sala Alcalá 31, para la Comunidad de Madrid. (Todas las imágenes son de Daniela Martagón).

Y poco después de tu publicación, saliste de tu caja y te volviste a colocar en otras paredes, en una exposición en El Paso en Estados Unidos, en la frontera con México.

También has generado algunas de las actividades más bonitas en escuelas que hemos visto. Echad un vistazo a esta entrada del blog de una maravillosa maestra que hace virguerías con los títulos de Wonder Ponder en el aula.

Y para terminar, si hubiera alguien cotilleando esta correspondencia privada entre autoras y libro, dejamos un vídeo que permite asomarse un poco al interior.

No sientas celos ni de MUNDO CRUEL, ni de YO, PERSONA, nuestro querido LO QUE TÚ QUIERAS. Eres exactamente lo que siempre quisimos y más.

Ellen, Daniela y Raquel

P.D. ¿Adónde nos íbamos sin compartir tu señor póster: La casa de la real gana.? ¿Cuántos personajes de literatura infantil (y no solo) sois capaces de encontrar?

Póster incluido en Lo que tú quieras, de Ellen Duthie y Daniela Martagón.

Nueva colección Wonder Ponder MINI. Libros para pararse a mirar

Ellen Duthie

 

Es una enorme alegría poder presentaros estos dos Libros para pararse a mirar con los que en Wonder Ponder inauguramos nuestra nueva colección para primera infancia, Wonder Ponder MINI, que se lanzará esta semana en España, tanto en castellano como en catalán.

Niño huevo perro hueso y Niña gato agua pato son dos libros hermanos que comparten reglas de juego: cuatro elementos, un solo escenario y ¡a combinar!

Ellen Duthie y Daniela Martagón, el mismo tándem responsable de nuestra serie de Filosofía visual para niños, han creado en esta nueva colección y con estos libros aparentemente sencillos una serie de variaciones de un juego inteligente, fresco y cómico que provoca risas y gritos de “¡otra vez! ¡otra vez!” tanto en adultos como en niños.

Ambos libros son trabalenguas y también un poco “traba-ojos” e incorporan además elementos de varios juegos diferentes. Tienen algo de “busca las diferencias”, un poco de cucutrás, otro poco de escondite inglés y un mucho de juego de combinaciones.

Arriba os mostramos las dos primeras páginas de Niño huevo perro hueso. ¿Qué otras cosas creéis que pueden pasar? ¿Habrá algún peligro? ¿Alguna risa? ¿Algún aplauso al final?

Cómo surgió la idea
Hace ya unos tres años que nos empezó a rondar por la cabeza la idea de hacer algo que girara en torno a pequeñas variaciones sobre una misma escena. Buscábamos crear algo que impeliera a los lectores a fijarse bien para comprender los cambios, reír y entrar al juego. A mirar, jugar y pensar.

Estas dos primeras páginas de Niña gato agua pato promete una acción similar al de su libro hermano, pero ¡atención! porque aún no han entrado las onomatopeyas. ¡Miaaaaaau! ¡Cuac-cuac! ¡Splash! ¡Jajaja!

Nos interesa mucho jugar con diferentes maneras de ofrecer en nuestros libros posibilidades de comparación. Fijarse bien en una cosa es interesante, pero fijarse en dos y en las diferencias entre ambas es más activo y todavía más gratificante porque ofrece una sensación de comprensión más consciente. Muchos de los juegos de niños pequeños se basan en estas comparaciones y aprender a leer imágenes también tiene mucho de esto. La comparación y la percepción del cambio, la incongruencia y la sorpresa también están en la raíz del humor y nos gusta mucho jugar con esto.

Le dimos muchas vueltas a la idea buscando la mejor forma de materializarlo -el proyecto pasó por fases en las que mutó, desde ser un puzle de cubos de madera, a una app, pasando por varios inventos más, antes de convertirse en lo que tenía que haber sido desde el principio: un libro (dos).

¡Nos morimos de ganas de que los descubráis y de que los disfrutéis!

Descubre más sobre la muy particular hora de comer en Niño huevo perro hueso aquí.

Descubre más sobre la sonora hora del baño en Niña gato agua pato aquí.

Para librerías en España: ya pueden hacer pedidos a Feran distribuciones al email pedidos@feran.es o al teléfono 916 597 350.

Fiesta-presentación
Aprovechamos para recordar que el próximo martes 21, a las 19:30, en la Librería La Sombra de Madrid (Calle San Pedro, 20), habrá una fiesta-presentación para celebrar el lanzamiento de la nueva colección y la llegada de estos dos libros. Contaremos con la presencia de Beatriz Sanjuán y del equipo de Wonder Ponder al completo.

[Esta será una presentación para público adulto (en breve anunciaremos actividades para público infantil)].
Será una oportunidad para leer y hablar de lecturas, para contar el lento proceso desde la idea original hasta el resultado final de estos libros, para desvelar algunos de los libros que las autoras leyeron y mordisquearon en su primera infancia y que podrían haberse colado entre sus influencias en estos libros, para pensar en algunas de las cosas a tener en cuenta (o no) a la hora de editar para primera infancia, para enmarcar esta nueva colección dentro de la trayectoria de Wonder Ponder y para que los asistentes nos pregunten todo lo que quieran.

Hacemos pocos libros al año, porque somos una editorial “lenta”. Por eso cada una de nuestras presentaciones son todo un acontecimiento para nosotras (y procuramos que también lo sean para las personas que asisten).

¿Hemos dicho que habrá vino y picoteo?

¡Nos encantaría que nos pudieras acompañar!

PRESENTA: La especialista en lectura compartida con la primera infancia Beatriz Sanjuán
CON LAS AUTORAS: Ellen Duthie y Daniela Martagón
Y LA EDITORA: Raquel Martínez Uña

 

Libros para pararse a mirar

Querido YO, PERSONA

Ellen Duthie

Querido YO, PERSONA:

Como decíamos el otro día, estos días estamos tan emocionadas con la nueva colección de libros para primera infancia que a veces se nos olvidan otras cosas importantes que están pasando estos días.

¡Te reimprimimos por cuarta vez, querido YO, PERSONA (¡cuarta)!

Entre las ediciones en castellano, en inglés y en catalán publicadas en España. la surcoreana (Marubol Publications) y la mexicana (Ediciones Sexto Piso) (gracias a nuestra querida agente, Claudia Bernaldo de Quirós) ya van unos pocos de miles ejemplares vendidos.

Aunque muchas madres, muchos padres, muchos profes y muchos bibliotecarios se lanzan más a por los títulos de la serie con temática más ética, tú, tan metafísico tú, eres el favorito de muchas niñas y niños.

Hoy queremos celebrar tus cuatro ediciones como te mereces, compartiendo algunos de los artículos y reseñas que hablan de ti y que más nos han gustado, como este artículo de Nuria Barrios en Babelia, esta reseña de Adolfo Córdova en su blog Linternas y Bosques, o este artículo en la Revista HASER, de Jorge Sánchez Manjavacas.

También has generado algunas de las escenas más fascinantes realizadas por niñas y niños en nuestros talleres. Esta escena de un robot pianista tocando con sentimiento es una de nuestras favoritas de todos los tiempos. ¿Pagaríamos por ir a un concierto de este robot?

Una escena concebida e ilustrada por Andrea, de 11 años a partir de diálogos sobre personas y robots.

Y para terminar, si hubiera alguien cotilleando esta correspondencia privada entre autoras y libro, dejamos un par de vídeos. El primero que te muestra un poco por dentro:

Y el segundo, que saca de tu caja una de tus escenas, de un partido de fútbol entre robots con público humano (o al menos “persona”) en las gradas y la convierte en vídeo preguntón:

No sientas celos de MUNDO CRUEL, querido YO, PERSONA. Como dicen los monstruos de Sendak a Max: ¡Te comeremos! ¡Te queremos tanto!

Ellen, Daniela y Raquel

Ay, y no nos podíamos ir sin compartir tu póster :)

Póster incluido en Yo, persona, de Ellen Duthie y Daniela Martagón.

Gracias, Mundo Cruel

Ellen Duthie

Querido MUNDO CRUEL:

Gracias por todo lo que nos has dado (y por lo que te queda por darnos, estamos seguras).

Recientemente estamos tan emocionadas con la nueva colección que a veces se nos olvida la segunda cosa importante que está pasando estos días.

¡Te reimprimimos por quinta vez, querido MUNDO CRUEL (¡quinta)!

No nos hemos parado a contar cuántos ejemplares se han impreso de ti en todo el mundo, pero contando los de España en español, en catalán y en inglés, los de Argentina con ediciones iamiqué, los de México con Editorial Sexto Piso, los de Brasil con Boitempo, los de Corea del Sur con Marubol y los de Alemania con Moritz Verlag (gracias a nuestra querida agente Claudia Bernaldo de Quirós), nos atrevemos a decir que unos pocos de miles.

Hoy queremos celebrarte un poquito y para ello queremos compartir la primera reseña que tuviste (Receta para ser crueles a conciencia, de Germán Machado) y la última que has tenido (¿Cuándo ha hecho daño a la democracia un cuidadano crítico?, de Thomas Linden), y algunas otras que nos gustaron especialmente también, como esta, de Nuria Barrios, que apareció a los pocos días de tu primera publicación en Babelia , esta, de Laia Jufresa, que apareció en Letras Libres, o esta reseña-entrevista de Adolfo Córdova en su blog Linternas y Bosques..

Y nos despedimos con un vídeo dedicado enterito a ti, donde Ellen Duthie habla de los mecanismos que operan en ti.

A las personas fisgonas que estén leyendo esta correspondencia privada, les recomendamos verlo atentamente para sacarle el máximo jugo a vuestros mundos crueles:

¿Cuándo ha hecho daño a la democracia un ciudadano crítico?

Ellen Duthie

"En el mundo de la literatura infantil, la realidad moral de nuestra vida cotidiana rara vez se toma en cuenta de manera tan directa y consecuente".

Más noticias estupendas desde Alemania. Thomas Linden reseña nuestro Grausame Welt? (Mundo cruel en alemán) nada menos que en la Philosophie Magazin, una señora revista de filosofía con una sección especial para Libros infantiles presidida por el gusanito de la imagen.

Aquí va la reseña completa traducida (con una frase final que nos gusta especialmente):

"¿Qué es más cruel: tener a un niño en una jaula o un animal? ¿Son los padres los dueños de sus hijos? ¿Puede resultar a veces gracioso portarse mal? Las preguntas de Ellen Duthie lo tienen todo. En ¿Mundo cruel? explora junto a la ilustradora Daniela Martagón la actitud ética de los niños. Estas exploraciones se llevan a cabo en 14 tarjetas temáticas ilustradas. Al dorso de cada tarjeta hay preguntas sobre la dignidad, el miedo, la responsabilidad y la indiferencia. En el mundo de la literatura infantil, la realidad moral de nuestra vida cotidiana rara vez se toma en cuenta de manera tan directa y consecuente. Si los niños pueden manejar un concepto como la crueldad y distinguirlo de, por ejemplo, la violencia, está por ver. Pero los niños no son sentimentales: por este motivo sí que pueden entender un instrumento afilado como este brillante catálogo de preguntas que les permite encontrar y defender su propia posición. No hay respuestas incorrectas. Uno sospecha, sin embargo, que estas preguntas harán emerger rápidamente las contradicciones de nuestra sociedad. Pero los ciudadanos críticos nunca le han hecho daño a la democracia."

https://philomag.de/

Cuando los cómicos son los más serios: Wonder Ponder en La vida moderna

Ellen Duthie

No es habitual que en espacios generalistas dedicados a adultos (en radio, en TV, o como en el caso del que hablaremos en este post, en radio “televisada”) se dedique tiempo a libros, películas o cualquier otra manifestación cultural dedicada a niños.

En nuestra experiencia, cuando hemos salido en espacios generalistas, aunque a veces se parta de buenas intenciones, se suele acabar en alguna versión de “ay, qué ricura, cómo me he reído, qué graciososo son los niños”, directamente irrespetuoso en el peor de los casos, inadvertidamente paternalista en el mejor.

Un ejemplo concreto, sin ir más lejos, fue hace unos años, tras la publicación de nuestro primer título, Mundo cruel, cuando en La Ventana de la SER Sonia Ballesteros hizo un estupendo reportaje sobre una serie de talleres que realizó la autora de Wonder Ponder Ellen Duthie en la librería La Central de Callao. El reportaje, como decimos, fue estupendo, pero desafortunadamente, en el sentido en el que nos interesa aquí, tanto antes como después del reportaje, se cayó 100% en el “ay, qué ricura, cómo me he reído, qué graciosos son los niños”. (El extracto no incluye todas las llamadas posteriores de los oyentes contando lo graciosísimos/repelentes/monos que son sus hijos/nietos/sobrinos pero sí ese arranque donde se anuncia qué vendrá después del reportaje, con ese tono, bienintencionado, que no decimos que no, pero ¡ay! qué oportunidad perdida para tomarse en serio (que no es lo opuesto a tomarse “en divertido”) a los niños y a algunas cosas que se hacen para y con niños.

Por eso, cuando recibimos la llamada del productor de LA VIDA MODERNA solicitando una entrevista con Ellen Duthie, Ellen dudó por un momento. Si en otros casos había sido difícil que se nos tomara en serio a nosotras y a nuestro trabajo y a los niños como interlocutores válidos e interesantes, ¿qué podíamos esperar de un programa como La Vida Moderna? Ellen dijo que sí, pero antes de la llamada confesó a sus compañeras que hacía tiempo que no había estado tan nerviosa antes de una entrevista. El principal motivo era que no tenía NI IDEA de qué es lo que se podía esperar. Respiró hondo, se tranquilizó, pensó en alguna que otra posible respuesta para salir airosa (no demasiado seria, pero tampoco demasiado graciosa) por si se iban a cachondear del proyecto entero en el aire y aceptó la llamada. Y luego ocurrió esto:

El primer minuto sirvió para que Ellen respirara de alivio. Se había imaginado muchas cosas, pero lo que pasó, desde luego que no. Ignatius no habló de las cajas de Filosofía visual para niños solo como algo para niños, algo que por fin, decía, no trata a los niños como idiotas. Habló de ellas también desde su lectura adulta. Eligió preguntas que le hacían gracia a él, no porque pensaba que sería gracioso hacérselas a los niños. Se relacionó con la caja como un adulto divertido e interesado por lo que le ofrecía lo que venía en el interior, como posible destinatario mediador, sí, pero también como posible destinatario final.

Y resultó genuinamente contagioso. ¿Él no pudo aguantarse y se compró las cuatro? Pues a nosotras nos inundaron a pedidos de cuatro en cuatro (cosa que nos ocurre a veces, pero no es lo más habitual).

En agradecimiento, las autoras de Wonder Ponder adaptaron una de las escenas de Yo, persona:

Escena adaptada a La Vida Moderna

Escena original de Yo, persona

Una de las preguntas que planteamos fue una de las grandes preguntas sobre el humor y la comedia: ¿un chiste bueno puede ser criminal?

Y de esta entrada en el blog nos despedimos con otra:

¿La vida moderna es que los cómicos sean los encargados de aportar seriedad?

Como es habitual en nosotras, no ofrecemos respuestas.

Pregunta una lectora: ¿Podemos considerar "Mundo cruel" una obra de literatura infantil?

Ellen Duthie

Nos llega una pregunta de una lectora en Brasil que nos hacen con frecuencia y llevamos tiempo queriendo abordar en este blog. Es también una oportunidad para abrir un diálogo al respecto. Os invitamos a hacerlo en forma de comentario en este blog, o bien en nuestra página de Facebook (@wonderponderonline).

PREGUNTA:
¿Podemos considerar el libro Mundo cruel como una obra de literatura infantil? ¿En qué categoría incluyen el libro? Lo pregunto porque al defender mis argumentos de investigación de tesis de doctorado (sobre filosofía para niños a partir de la literatura), utilicé su libro como ejemplo y posibilidad para ese trabajo, pero fui cuestionada en cuanto a lo literario.

RESPUESTA DE ELLEN DUTHIE:

"No sé si importa lo que digan las autoras para que alguien considere un libro literatura o no. También debe importar, quizás más, cómo se relacionan los lectores con las obras. Y aquí sin duda, cualquiera que haya usado uno de nuestros libros con niños coincidirá en que la relación que se establece con ellos es sin duda literaria, y en más de un sentido.

Ese es un motivo importante para considerar Mundo cruel y todos los demás libros de la colección de Filosofía visual para niños literatura. Pero también desde el punto de vista de los mecanismos y trabajo de creación, que es también literario en más de un sentido. Las imágenes que creamos son narrativas y literarias. Son como especies de instantáneas de posibles historias. De todos los tipos de imágenes que a menudo se usan como trampolín para pensar (imágenes protesta, satíricas, poéticas, metafóricas), nosotras elegimos crear imágenes narrativas y ficcionales. A pesar de que podamos categorizar los libros como de “no ficción”, para mí no cabe duda de que son también de ficción. ¿Pueden ser ambas cosas? ¿Por qué no?

Comparto un breve texto que formó parte de la presentación de nuestro último título, ¡Pellízcame! donde recojo no solo esa pregunta, sino la contraparte, que también nos hacen con frecuencia: ¿Mundo cruel es filosofía?

"Me gustaría recoger dos preguntas que nos han hecho con cierta regularidad desde distintos ángulos, por distintos motivos, y no siempre como crítica. 

Una de ellas es ¿Pero esto es literatura? 

Y otra de ellas es ¿Pero esto es filosofía? 

Bien, más que dar dos grandes lecciones de lo que es la Filosofía y de lo que es la Literatura, me parece interesante plantear directamente en qué sentido es Filosofía Wonder Ponder y en qué sentido es Literatura Wonder Ponder y cómo conviven e incluso se alimentan las dos en Wonder Ponder. 

¿Es filosofía?

Yo creo que Wonder Ponder es filosofía en el sentido de que invita a mirar, preguntar y reflexionar sobre las imágenes primero y luego sobre el mundo y sobre nosotras mismas en el mundo, a partir de esas imágenes, en contraste con esas imágenes o en consonancia con ellas. Con Wonder Ponder de alguna manera se entrena la mirada filosófica, la actitud filosófica, se adquieren hábitos filosóficos. De exigir buenas razones. De sospechar de las razones pobres. De no conformarnos con nuestra primera reacción. De rascar, remover. De cogerle el gusto a la sensación de desestabilización que provoca remover certezas que creíamos sólidas. En este sentido es filosofía Wonder Ponder. 

¿Es literatura?

Y Wonder Ponder es literatura en el sentido de que crea mundos. Crea un mundo en cada caja. Un mundo que leer, un mundo al que interrogar, al que reaccionar, con el que identificarse, contra el que rebelarse, con el que soñar. Cada escena de las 14 que vienen en cada caja es también un mundo independiente, una historia que transcurre en un mundo, con un antes, un después, un personaje que actúa, que decide, que reacciona, al que reaccionamos. Mundos posibles, mundos imposibles, todos mundos que dan que pensar sobre nuestro mundo. Yo creo que eso es literatura. En este sentido es literatura Wonder Ponder.

¿Y cómo se relacionan, cómo se entremezclan las dos en Wonder Ponder?

Yo me atrevería a decir que toda la buena literatura es filosóficamente interesante, explorable. Esta es parte de la conexión que nos interesa desde Wonder Ponder. Crear literatura que opere como posible detonante de preguntas sobre uno mismo, sobre el mundo. Lo que ocurre en nuestro caso es que al recoger todas estas escenas literarias en cajas unidas por un hilo conductor temático, también se está invitando a leer la literatura bajo un prisma filosófico. Un prisma que responde a un concepto filosófico aunque los mecanismos de las imágenes sean literarios. De alguna manera invitamos a leer literatura con ojos filosóficos. No solo, y no pasa nada si quieres leerlo de alguna otra manera que tú quieras. Pero ahí está la posibilidad. Y esa posibilidad nos interesa, nos mueve, nos fascina. De hecho, uno de nuestros juegos favoritos que se ha ido desarrollando con las nuevas cajas es sacar una tarjeta de una caja y meterla en otra y ver qué pesa. De repente una escena literaria que estabas leyendo bajo el prisma de la realidad se te presenta bajo el prisma de la crueldad, por ejemplo. ¿Cómo cambia la escena? La literatura sigue siendo la misma, pero el prisma filosófico ha cambiado.”

¿Qué os parece? ¿Alguna idea al respecto? Compártela en forma de comentario en este blog o en nuestra página de Facebook: @wonderponderonline

La crueldad, declarada adecuada para niños

Ellen Duthie

Ayer publicaron esta estupenda reseña de Kim Kindermann en la radio pública alemana Deutschlandfunk Kultur la edición de Mundo cruel que acaba de salir en el editorial Moritz Verlag, Grausame Welt?

A continuación, una traducción de la reseña, que nos ha encantado. ¡Larga vida a Mundo cruel en alemán!

Lejos del típico libro de lecturas para niños: Mundo cruel, de Ellen Duthie y Daniela Martagón, enfoca el tema de forma lúdica. (Moritz Verlag / imago / Westend61)

Deutschlandfunk Kultur

 LESART. 26.02.2019

Kim Kindermann

 Situaciones y escenas crueles, descritas y dibujadas por dos autoras: Con Mundo cruel se invita a los niños a pensar sobre el bien y el mal. Un libro muy logrado sobre un tema difícil, en opinión de nuestra crítica.

 "Probemos con un pellizco muy, muy fuerte. ¿Alguna reacción?", dice la tarjeta, que muestra a un niño atado a una mesa. Los científicos que experimentan son ratas. En otra, un hombre ha sido encerrado en un sótano por unos niños. "¡Ahora te quedas aquí y piensas bien en lo que acabas de hacer!", dicen. Y en otra, una niña se muerde su propio brazo.

 Tres escenas, tres tarjetas. Tres de un total de 20. Todas son cuadradas. Por un lado, vemos una situación cruel: una niña mata a unas hormigas, unos leones se comen una cabra, unos padres sirven una sopa hecha de carne de gato, unos niños le tiran del pelo a una niña, un padre sostiene con fuerza bruta a su hijo para ducharlo. Y al dorso de cada tarjeta, vemos preguntas sobre el tema.

 ¡Fuera las gafas de color de rosa!

 La filósofa Ellen Duthie en realidad no ofrece respuestas sobre qué es la crueldad. Pregunta dónde comienza la crueldad, qué pasa con las víctimas y los agresores, y si un acto es menos grave si no dura demasiado.

 Paso a paso te invita a analizar la situación. El foco está siempre en la pregunta: ¿Qué encuentras cruel? ¿Has experimentado una situación parecida?

 Es exigente. Ellen Duthie no solo les pide a los niños que lidien con este difícil problema, sino que también les dice que existe la crueldad. Así que fuera las gafas de color de rosa. El mundo no solo es bello.

 ¿Pero hay que preguntar a los niños? Sí, ¡hay que hacerlo! Porque los niños viven en este mundo, con todas sus sombras; los niños ven e incluso experimentan situaciones que no son fáciles. Y cuanto antes aprendan a clasificar las situaciones, a darles un nombre claro y a conocer sus propios sentimientos, antes tratarán de evitar ser crueles. Y aquí, eso ocurre porque se les permite experimentarlo de una manera lúdica.

 Intercambio y argumentación sobre la violencia

Pero también porque las tarjetas invitan a comentar. A diferencia del típico libro de lecturas, aquí se establece intercambio y razonamiento. Eso es bueno. El formato también contribuye a esto.

Las tarjetas permiten que varios niños dialoguen sobre diferentes aspectos de la violencia a la vez y razonen entre ellos. Duthie logra que te apetezca hablar de un tema que muchos prefieren evitar.

 Las ilustraciones de Daniela Martagón son también todo un acierto. Por un lado, son sencillas, en blanco y negro sobre fondo de color, y recuerdan a los dibujos animados. Por otro lado, juegan con el absurdo como mecanismo de distancia. Como las ratas, que tienen enjaulados a los niños como animales de experimentación. O la niña que se muerde a sí misma, y ​​cuyos enormes dientes afilados parecen más los de un gato, como el que está de pie frente a ella con la piel erizada.

 Ilustraciones que no pasan nada por alto

Las ilustraciones en sí no tienen nada de bonito ni de dulce, están claramente centradas en el contenido cruel. Esta sensación se acentúa con los colores fuertes de los fondos: rosa, naranja, azul, verde o amarillo. Actúan como una señal: ¡Atención, esto es importante!

 Y, sí, es importante este libro de tarjetas. Que quede claro: debemos tomar en serio a los niños. Podemos y debemos hablar de temas como la crueldad con ellos, filosofar con ellos. 

Además, podemos comenzar pronto, tranquilamente: Mundo cruel es ideal para preescolares y niños en edad de primaria. Qué está bien y qué está mal, dónde están los límites y en qué medida pueden ser difíciles de fijar. Nunca es demasiado pronto para empezar a hablar de todo esto.

Ellen Duthie, Daniela Martagón: Mundo cruel
Edición alemana traducida del español por Paula Peretti 
Moritz Verlag, Frankfurt / Main 2019 

 Reseña original en alemán aquí.